martes, 19 de septiembre de 2006

PILAR: PEGATINA POR LA INSEGURIDAD


En varios puntos del casco urbano pegaron sugestivos afiches. El sábado robaron una farmacia en la entrada a Pilar. Piden más controles. La policía rediseña la estrategia.

El centro de Pilar amaneció empapelado contra la ola de robos que desde hace unas tres semanas aqueja a los comercios de la zona, con sugestivos y hasta explícitos carteles en donde se lee: "basta de robos", "zona liberada".

Varios comercios de la zona cercana a la plaza 12 de Octubre y las principales calles del centro de la ciudad fueron víctimas en las últimas semanas de robos, generalmente por las noches, aunque también se produjeron de día, cuando los propietarios o los empleados de los locales estaban en el interior de los negocios.

La ola de robos, de hecho, generó una reunión del intendente Humberto Zúccaro con los daminficados, cónclave que desembocó en una entrevista del jefe comunal con la cúpula policial de Pilar, a fines de la semana pasada.

La seguidilla de hechos, a la que la policía parece no poder ponerle freno, obligó a remover del cargo al capitán Jorge Aguilar, titular de la comisaría 1ra. de Pilar, y a rediseñar el sistema de seguridad que comenzará a aplicarse en las próximas horas.

La jefatura Distrital de Policía de Pilar solicitó formalmente al Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires el traslado del capitán Jorge Aguilar, quien se desempeñaba al frente de la comisaría de la localidad de Pilar.

Tras una ola de robos en comercios que hasta las últimas horas no pudo combatir con éxito, Aguilar dejará en pocos días su cargo para dar paso a un nuevo jefe. Sólo resta esperar que el Ministerio cumplimente los pasos administrativos, designe a Aguilar un nuevo lugar de trabajo y determine un responsable para la comisaría pilarense.

Si bien no fue confirmado oficialmente, el nuevo jefe policial de la ciudad sería el capitán Fernando Márquez, que actualmente está a cargo de la dependencia de la localidad de Villa Rosa.

El Jefe Distrital de Pilar, inspector Sergio Villarruel, confirmó ayer lo que WebPilar.com había anticipado en la tarde del viernes: que los días de Aguilar estaban contados con los dedos de una mano. "Se ha solicitado el traslado, pero hasta que lo dictamine el Ministerio va a continuar trabajando; calculo que antes del fin de esta semana se va a conocer oficialmente el nuevo titular", explicó el jefe policial del distrito.

Aguilar estaba en la cuerda floja por una serie de robos y asaltos a comercios del centro de Pilar que se venían reiterando hace por lo menos tres meses, en diferentes zonas puntuales.

Sin embargo, el empujón final hacia el precipicio se lo habría dado el intendente Humberto Zúccaro, que se cansó de recibir críticas por la inseguridad en Pilar. Tres días antes de conocerse los primeros rumores (luego confirmados) acerca de una posible salida de Aguilar, Zúccaro se había reunido con la cúpula policial (Aguilar, Villarruel y el Jefe Departamental de Pilar, San Miguel, José C. Paz y Malvinas Argentinas, Jorge Acuña) en su despacho y les había dado un plazo para revertir la situación: un nuevo fin de semana con robos -el que pasó- aceleró notablemente los tiempos y Aguilar cayó por decantación.

Apodado "El Duro" por su estricta manera de trabajar, Jorge Aguilar había pisado por primera vez el distrito a fines de la década del '90, para hacerse cargo de la comisaría de Presidente Derqui. A mediados de 2004, retornó a esa misma dependencia policial desde la que saltó por su buen desempeño a la jefatura zonal más importante: la comisaría Pilar Primera.

Su gestión no había tenido mayores sobresaltos, hasta que comenzaron a suscitarse robos una y otra vez en el centro de la ciudad, a pocas cuadras de la plaza 12 de Octubre y a no demasiadas de la propia comisaría. Los focos fueron las calles con más presencia de comercios: Pedro Lagrave, San Martín y Rivadavia.

Aunque el capitán siempre dio la cara ante los vecinos, brindó todas las explicaciones que se le pidieron y prometió soluciones, los delitos en el casco céntrico fueron cambiando de zona pero nunca se extinguieron. Entonces, sus superiores y las autoridades municipales perdieron la paciencia y decidieron cambiar el fusible más fácil para intentar acabar con esta ola delictiva.

La intención es achicar el radio de acción de las cuadrículas, para que los sectores sean controlados con más perioricidad.

El sábado por la noche, de todos modos, y pese al refuerzo de uniformados, fue asaltada una farmacia en el ingreso a la ciudad, en la avenida Tratado del Pilar y Panamericana.

A su vez, la policía aceptó que tuvo responsabilidad en alguno de los hechos que se produjeron la semana pasada en el centro, ya que se había montado un servicio de control especial.